Tu devota esclava. Embajadora del BDSM- ¿Esclava? - Incliné la cabeza. "¿Estás segura?" Sí. El collar me apretó el cuello. "Gracias, Amo -dije, besándole la mano, y entonces sentí una increíble sensación de ligereza. Como si me hubieran quitado una pesada cubierta de los hombros. Estaba lista para volar. Una increíble sensación de libertad. Libertad del pasado, de mi propia angustia y tormento. Libertad de pensamiento... Sólo un deseo subconsciente de pertenecerle. "¿Una esclava?" finalmente pronunció la palabra que tanto atraía como asustaba al